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Uno de los mayores obstáculos que tiene el ser humano para alcanzar el éxito, es querer acortar el camino para llegar antes.
Nos vemos tentados a hacerlo varias veces a lo largo de nuestra vida, tenemos impaciencia por llegar a la meta. Pero los atajos no valen tanto como el camino completo. Y como dijo Napoleón: «La victoria pertenece a los que son más perseverantes».
La mayoría de la gente subestiman el tiempo que se tarda en obtener algo de valor como un deseo, un trabajo o el afecto de los demás. Piensan que lo importante es llegar al objetivo lo antes posible y no dan importancia al camino que hay que atravesar antes de alcanzarlo.
Para tener éxito hay que estar dispuesto a pagar su pequeño «impuesto»: fuerza de voluntad.
Cortar el camino no es más que un signo de impaciencia y falta de autodisciplina.
Si te dejas llevar por la impulsividad, significa que tienes que cambiar tu enfoque en hacer las cosas. Tienes que desarrollar equilibrio y autodisciplina. Esta última es una cualidad que se logra a través de la práctica constante y con pequeños pasos.
La mejor manera de mejorar esto es establecer normas que requieren responsabilidad y paciencia. Pagar las consecuencias cuando no puedes obedecer las reglas te ayudará a mantenerte encaminado.
Una vez tengas el nuevo régimen, trata de trabajar en tu respeto, siempre asegurándote de que su estado de ánimo y tu impulsividad se hagan cargo. Hay que ser muy estricto con uno mismo, desde este punto de vista.
Puedes seguir estos pasos:
- Ordena tus prioridades. Piensa en las dos o tres áreas más importantes de tu vida. Escríbelas, y junto a cada una de ellas explica todo lo que aprenderás para crecer y mejorar.
Desarrolla un plan para hacer del aprendizaje de estas enseñanzas un compromiso diario.
- Haz una lista de razones. Tómate un tiempo para escribir los beneficios de practicar estas enseñanzas. Luego pégalos en un lugar visible, para que los puedas leer todos los días. Si un día te sientes desmoralizado y quieres renunciar, vuelve a leer esta lista que restablecerá tu fuerza y motivación.
- Deshazte de las escusas. Escribe debajo de cada regla, por qué no serías capaz de hacerlo. Lee lo que escribiste y cuando tengas estos pensamientos, recházalo y recuerda que son sólo excusas.
Aunque parezca una buena razón, encuentra siempre una solución para derrotarla. Que no haya ninguna razón para parar.
Recuerda que sólo con la autodisciplina puedes ir en la dirección correcta. Si te muestras dispuesto y capaz de llegar hasta el final, dar un paso adelante será el punto de inflexión en tu vida y en tu carrera.
Dedicado a tu felicidad y plenitud.